Y bueno, ya dejé Bali, y las motos... por el momento.
Desde Lovina, en Bali, tomé el bus público a Gilimanuk
a las 12 pm (30.000rp, tardó 2 horas) y luego el ferri para cruzar a
Banyuwangi, la entrada este de Java (7.500rp, tardó 1 hora), donde esperé el
tren hasta las 22:15 horas rumbo a Yogyakarta. Por suerte conocí a una pareja
de holandeses con quien pude conversar y comer local (10.000rp) hasta entonces.
Igualmente la gente de la estación de trenes fue muy amable; me prestó su sala
“eksekutif”, para ver tele e ir al baño, pese a que viajaría en “bisnis”. La
gente adora poder conversar, en el bus, en la calle, en donde sea; es la manera
que tienen de aprender inglés. Aunque para decir verdad, lo que más ansiaba de
la sala “eksekutif” no eran sus sillas cómodas ni la tele, que con entusiasmo
me ofrecieron, sino ¡el baño!; hacía tanto que no iba, que luego del retorcijón
de estómago que me vino estando en el internet del centro, la oferta fue
imposible de soslayar.
A las 5 am haré trasbordo en Surabaya y llegaré a las
11:30 am a mi destino, Yogyakarta. Supongo que no tendré más playas hasta unas
dos semanas más.
Hasta la próxima.
Antonia
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