28 de mayo de 2010
Hola. Imagino que creerán que estoy cerca de llegar a Bali... pero ¡no!
Aun cuando la agencia de viajes me dijo que no necesitaría visa de tránsito para pasar por Australia, no me dejaron salir del aeropuerto de Nueva Zelanda porque no la tenía.
En fin, la agencia de viajes me organizó otro viaje, un '”poquito” más largo, para llegar a Bali. La alternativa de ir, primero, a Auckland para sacar la visa australiana no se pudo porque mañana sábado, ni el domingo, abren para pasarme la visa, y mi permiso para estar en Nueva Zelanda caduca este domingo... ¡todo mal!
Lo bueno es que, al no organizar nada, cualquier alternativa de viaje está bien, excepto la de ir a Tailandia (para evitar los conflictos políticos actuales).
“La gracia”, entonces, comienza mañana sábado a las 16:00 hrs. Vuelo a Auckland (1 hora de viaje), espero ¡¡¡7 horas!!! en el aeropuerto, luego vuelo a Singapur (10:50 horas de viaje), espero en el aeropuerto ¡¡¡10 horas más!!! y 2,5 horas más tarde estaría en Bali... dos días después de lo planeado.
Me dijeron que el aeropuerto de Singapur es enorme y con mil y un entretenimientos, por lo que no sería tan malo esperar. Además, parece que puedo hacer un tur por la ciudad, pero sin bajarme del bus porque para eso necesito visa. Veré.
Para minimizar riesgos posteriores con visas, pero aun con cierto riesgo, compré un vuelo desde Kota Kinabalu (Borneo, Malasia) a Kuala Lumpur (capital de Malasia) como muestra de que tengo planes de viaje y por lo tanto de que no me quedaré en Indonesia. Capaz, además, que tenga que comparar pasaje de salida de Indonesia antes de ingresar al país, pero ojalá que no porque quiero cruzar por tierra a Borneo Malasia.
Así que completé mi itinerario.
Salir de Levin resultó aun más complejo de lo que creí, pero a la vez anecdótico. Al menos no tuve que pagar nada adicional; pero estoy “muerta de sueño”.
Y aún tengo puestas las “pantis sexi” contra coágulos.
Un beso grande, y no se preocupen que en el peor de los panoramas me mandan “de chuleta” a Chile.
Escribiré...
Antonia